domingo, 21 de marzo de 2010

ElectroSensibilidad

 Leidy J. Márquez M. ---> CAF ---> Fuente: http://medicionderadiaciones.com/
La ElectroSensibilidad (ES) forma parte de las nuevas enfermedades surgidas en el seno de las sociedades desarrolladas. Se trata de una enfermedad notoria recurrente provocada por la exposición a campos electromagnéticos (CEM). Ser eléctricamente sensible significa poseer un conjunto de síntomas (dolor de cabeza, cansancio crónico, dificultad para dormir...)que se activan o se intensifican al encontrarse cerca de aparatos eléctricos, transformadores, antenas de telefonía móvil y/o otras fuentes de radiaciones. Sin embargo, la persona afectada no aparenta tener problema alguno mientras no se exponga a los CEMToda enfermedad notoria recurrente que sea producida por radiaciones, y que disminuya o desaparezca cuando uno se aleja de la fuente que lo genera, constituye un caso de sensibilidad eléctrica. El tambíen llamado Síndrome de las Mícroondas afecta sobretodo, a personas con el sistema inmunitario debilitado o en fase de desarrollo (ancianos, enfermos, niños...) aunque cualquier persona con buen estado de salud puede llegar a padecerla si su exposición a los CEM se hace intensa y prolongada. Cursa con síntomas de insomnio, cansancio, dolor de cabeza… en diferentes grados de intensidad y duración. No es mortal, aunque puede acabar derivando en enfermedades como el cáncer así como provocar trastornos neurológicos.

De igual forma que la Sensibilidad Química Múltiple puede hacer que una persona se haga muy sensible a dosis muy pequeñas de productos químicos, los afectados por ES pueden hacerse hiper-sensibles a niveles de CEM que normalmente, para el público en general, pasarían desapercibidos. Por otra parte, la mayoria de las personas electrosensibilidadintoxicadas por productos químicos (insecticidas, DDTs, amalgamas de mercurio, compuestos bromados…) padecen Sensibilidad Electrica Multiple sin saberlo.
Hoy se sabe con certeza que los CEM interfieren en el funcionamiento de nuestro organismo y de todos los seres vivos. Numerosos estudios científicos lo demuestran. Por ejemplo, la alteración del ciclo de producción de la hormona melatonina, que regula el sistema inmunitario y hormonal (estudios del profesor José Luís Bardasano, Director del Departamento de Especialidades Médicas de la madrileña Universidad de Alcalá de Henares) o de daños en el ADN que trasporta la información genética de las células (informe REFLEX, participado por investigadores de más de 12 países europeos y financiado por la UE con más de 3 millones de euros).

Las personas que son muy sensibles a las radiaciones presentan una serie de síntomas comunes:
  •      Cefaleas
  •      Insomnio
  •      Cansancio crónico
  •      Irritabilidad
  •      Alteraciones en la piel,    incluido picor, quemazón
  •      Nerviosismo
  •      Dificultad para concentrarse
  •      Tristeza sin motivo
  •      Pérdida de memoria
  •      Dolores de articulaciones o               miembros
  •      Alteraciones del corazón o               circulatorios
  •       Manos y pies fríos
  •      Alteraciones en la vista
  •      Acúfenos
  •      Disminución de la libido
  •      Menor resistencia a las                 infecciones
  •      Náuseas
  •   Rigidez muscular  
Según las últimas estimaciones para las sociedades modernas la población electrosensible oscila ya entre el 3 y el 5%, lo que eleva a unos 13 millones el número de europeos que sufren este mal. En Suecia, primer país que aceptó la electrosensibilidad como causa de baja laboral (invalidez física), la cifra de afectados se eleva a 250.000.
Las personas que padecen Electro Hipersensibilidad ven mermada enormemente su calidad de vida no sólo por sus síntomas físicos sino también los profundos cambios emocionales que suele llevar aparejados.  A esto último hay que añadir una serie de inconvenientes asociados: por un lado, la dificultad de su diagnóstico (en la mayor parte de los casos porque los médicos no reconocen el cuadro que tratan porque en nuestro país todavía no está tipificada) hace que a la persona que empieza a padecer esos síntomas se la derive de especialista en especialista. Estos errores de diagnóstico, con frecuencia agravan el cuadro sintomático, pues hacen que el sujeto permanezca expuesto largos años al agente causal y retardan el tratamiento correcto. Por otro lado, las personas con este problema comienzan a recibir la exclusión social, empezando por los familiares, amigos y después en el trabajo. Se les califica de alarmistas, vagos, hipocondríacos, inadaptados sociales... cuando en realidad lo que están padeciendo es una enfermedad orgánica reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Como evidencia basta leer el testimonio directo de una persona afectada de electrosensibilidad, que se pregunta si se puede vivir siendo electrosensible, es el testimonio de Alicia Mayo.
Para evitar llegar a estos extremos, es conveniente prevenir y para ello, o nos vamos a vivir al campo o aprendemos a evitar o reducir la exposición a este tipo de radiaciones que hasta ahora nos habían pasado desapercibidas.
Que lo causa?

Actualmente los focos más recurrentes de contaminación radioeléctrica son las antenas de telefonía móvil, aunque también sonantenas de telefonia movil bastante dañinos los teléfonos digitales inalámbricos y los routers WIFI instalados en el interior de las viviendas. En bajas frecuencias, las radiaciones con mayor riesgo potencial provienen de los transformadores eléctricos y de los cables de alta tensión, pero cualquier aparato o equipo doméstico que esté en funcionamiento (como el televisor, el ordenador, etc.) suele provocar campos elevados, que por su cercanía al usuario pueden atraer riesgos si la exposición es prolongada.
Últimamente, les ha dado a nuestros alcaldes por ser "modernos" y colocarnos conexiones a internet inalámbricas para todo el barrio. En el entorno WIMAX que preparan para nosotros la contaminación electromagnética es constante, omnipresente e invisible.

Ante la actual oposición generalizada de las comunidades de vecinos a instalar antenas de telefonía móvil en sus tejados, laspicoantena compañíaa de telecomunicaciones han buscado nuevas opciones. Una de ellas son las picoantenas. Son pequeñas y están situadas en las fachadas a la altura de la calle, a veces camufladas dentro de los rotulos luminosos de los locales, que les alquilan el espacio, o mimetizadas en las paredes. Son las mismas que ya se han instalado en algunas estaciones de metro para tener cobertura tambien bajo tierra.

En ocasiones, veremos como personas que siempre han gozado de un buen estado de salud pueden llegar a enfermar por fuentes generadoras de campos electromagnéticos (CEM) tales como aparatos eléctricos (radio-reloj, cadena de música, etc.) que se encuentren muy cerca de la cama. De igual forma, podremos ver que un niño que sufre de nerviosismo, dolores de estómago, insomnio y dolores de cabeza, es capaz de dormir y estar calmado, después de corregir los problemas existentes con el cableado eléctrico de las paredes de su dormitorio. Los efectos de las radiaciones son acumulativos y se pueden ver agravados si además tenemos nuestra cama situada encima de una corriente de agua subterránea, una falla geológica o un cruce de líneas de la red de Hartmann-Curry (anomalías en el campo magnético terrestre). A veces tienen que pasar años hasta aparece alguno de los síntomas mencionados.
 En los casos antes citados, al alejar las fuentes que producían CEM, al corregir el cableado eléctrico que pasa entre las paredes o al cambiar de habitación, se devolvió la salud o produjo mejoras sustanciales en la salud. ¿Eran estas personas eléctricamente sensibles? Si las fuentes generadoras de radiación no hubieran sido identificadas y no se hubiera reducido su exposición, estas personas podrían haber llegado a desarrollar una sensibilidad eléctrica (ES) más severa y permanente.

Existen varios grados de ES, del mismo modo que ocurre con la sensibilidad química. Aquellas formas de ES que alguna vez fueron
susceptibles de ser revertidas, son formas suaves de ES. Cuando se ha permanecido expuesto por largo tiempo, la persona se hace sensible a la frecuencia, intensidad o duración de la radiación inicial. Posteriormente, a medida que avanza la enfermedad la persona se va haciendo sensible también a exposiciones ante otras fuentes de CEM (fenómeno expansivo). El hecho de que se experimente sensibilidad a las radiaciones, aunque sea una sola vez, debería considerarse como una señal de advertencia de que podría existir un tipo de susceptibilidad crónica de ES.

La ES puede convertirse en el eslabón perdido que explique patologías tan dispares como la fibromialgia, fatiga crónica, depresión, hipotiroidismo, problemas circulatorios, reumáticos, alzheimer, cancer, y muchos otros problemas recurrentes de salud para los cuales las personas no encuentran respuesta ni alivio permanente por parte de la medicina.


Como Tratarlo?

Lo más importante es inspeccionar los lugares donde dormimos, ya que es cuando nuestro cuerpo está en reposo y es más vulnerable porque se segregan una serie de sustancias vitales (como la hormona melatonina) para el correcto funcionamiento del organismo que se ven alteradas si estamos sometidos a las radiaciones.

Los alimentos ricos en melatonina (hormona producida en la glándula pineal), como las nueces, o elnueces cacao; y triptófano (aminoácido precursor de la hormona anterior), como el plátano, pueden ayudar a las personas electrosensibles a recuperar el equilibrio perdido. De igual manera, los alimentos ricos en acidos grasos omega-3, como el aceite de lino, o de krill; y en compuestos azufrados, como el ajo o el requesón, pueden mejorar la circulación sanguinea y ayudar a disminuir los dolores de cabeza, problemas de hipertensión y/o pequeñas arritmias asociadas

También es conveniente hacernos una limpieza de la contaminación electromagnética acumulada mediante moraterapia (medicina energética o biorresonancia) y repetirla si fuese necesario o mientras que no consigamos alejarnos de las fuentes que originan las radiaciones en nuestro entorno.

Los metales pesados (mercurio, plomo, cadmio...) que se pueden acumular a lo largo de los años en nuestro cuerpo y que suelen proceder de alimentos contaminados, 
de amalgamas que tengamos en la boca, de tuberías antiguas que transporten el agua que bebemos a diario, etc.; pueden agravarnos la sensibilidad a las radiaciones si no se eliminan a tiempo (baste recordar que los metales son muy buenos conductores de la electricidad). Para limpiar nuestro organismo de estos productos tóxicos va muy bien el alga chlorella, así como el ajo y el cilantro.

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